Digitalización: Europa avanza demasiado despacio

Las empresas europeas obtienen calificaciones bastante malas en materia de digitalización, tal y como constata el estudio “European Payment Practices” de 2019 de EOS. Lo alarmante es que esta situación lleva años así.

  • Tan solo el 49% de las empresas europeas considera su grado de digitalización alto o muy alto.
  • La diferencia entre países es considerable, especialmente las empresas alemanas se evalúan negativamente.
  • El estancamiento de la digitalización en Europa es especialmente grave en lo que a la reclamación de pagos se refiere, aquí la mayoría sigue recurriendo a procesos manuales.

En general, las empresas europeas no tienen una buena imagen de sí mismas, cuando se trata de digitalización: Esto es lo que constata el estudio “European Payment Practices” de 2019 de EOS. Solo el 49% de los 3.400 encuestados de 17 países considera que sus empresas están suficientemente digitalizadas. “Y este promedio no ha variado desde 2017”, afirma Justus Hecking-Veltman, director financiero de EOS Group.

Según el estudio de EOS, en Europa oriental las empresas de la República Checa (60%), Eslovaquia, Hungría y Grecia (57%, cada una) consideran su grado de digitalización alto o muy alto. En Europa occidental los primeros puestos los ocupan Bélgica (58%) y Reino Unido (55%), la cola la ocupa Alemania con un 26%.

Trabajo pendiente en materia de digitalización: Las empresas alemanas tienen un retraso considerable según el estudio de EOS

Que las empresas alemanas se autoevalúen mucho peor que sus vecinos europeos no deja de ser sorprendente. Si la valoración de los encuestados se compara, por ejemplo, con el Índice de Economía y Sociedad Digital, aparece una imagen diferente: este índice europeo, que mide el grado de digitalización de un país empleando criterios objetivos, coloca a Alemania en el 12º puesto entre los 28 estados de la UE.

“La digitalización es un proceso a largo plazo, que requiere, además de una determinada mentalidad, la inversión de considerables recursos financieros”, recalca Hecking-Veltman. “En EOS hemos invertido, tan solo durante el pasado ejercicio económico, aproximadamente diez millones de euros en el desarrollo digital de nuestros sistemas centrales de cobro. Independientemente de si una empresa se considera pionera digital o no, ninguna empresa estaría bien asesorada si se diera por satisfecha con lo alcanzado”.

Digitalización: Justus Hecking-Veltman, director financiero de EOS

Grandes diferencias regionales.

Sin embargo, denominar a Europa regresiva en materia digital, sería una visión demasiado simplista: La realidad es que existen grandes diferencias entre los diferentes países y sectores. Conforme al Índice de Economía y Sociedad Digital, el comercio al por mayor y el sector automovilístico están más digitalizados que los fabricantes de textil y de productos químicos, por poner un ejemplo. Y también la comparación con EE.UU. resulta mucho más compleja: por ejemplo, es cierto que Europa carece de grandes operadores de plataformas online y centros de computación en la nube; pero aquí las empresas son líderes en la implementación del Internet de las cosas (IoT, siglas en inglés). Según un estudio de la consultora empresarial Bain, las empresas industriales europeas ponen en práctica proyectos de IoT a una velocidad tres veces mayor que sus competidoras estadounidenses. Especialmente los consorcios automovilísticos han conseguido una gran ventaja gracias a Industria 4.0.

La reclamación de pagos manual y analógica no solo es propensa a los errores, sino que, por lo general, no llega al cliente por el canal de comunicación más apropiado, ni en el momento más adecuado.
Justus Hecking-Veltman, CFO

Y en lo que a las condiciones del mercado se refiere, Europa no siempre se encuentra tan mal como se afirma. Así pues, según las perspectivas económicas de la OCDE, el porcentaje de empresarios que carece de las habilidades digitales necesarias es en países como Alemania, Bélgica y Gran Bretaña menor que en EE.UU. Y también las barreras para el comercio digital internacional no son, por lo general, mucho mayores o son, incluso, menores que en EE.UU.; si se exceptúan casos como Polonia y Rusia.
Polonia (junto a Grecia, Rumanía y Bulgaria) también se encuentra en la cola en la evaluación general del Índice de Economía y Sociedad Digital. En este índice confluyen factores como la calidad de la red de banda ancha y las habilidades digitales de los trabajadores. A la cabeza se encuentran, en este sentido, Finlandia, Suecia, Países Bajos y Dinamarca.

Si se analiza el grado de digitalización de la gestión de reclamaciones en Europa se constata un retraso considerable. De las empresas encuestadas para el estudio de EOS, solo el 41 % tiene la reclamación de pagos amplia o completamente digitalizada. “La reclamación de pagos manual y analógica no solo es propensa a los errores, sino que, por lo general, no llega al cliente por el canal de comunicación más apropiado, ni en el momento más adecuado”, advierte Hecking-Veltman. “Aquí existe una necesidad acuciante de actuar para reducir los impagos”.

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Photo credits: Hero Images / Getty Images, Jann Klee / EOS