BCE calienta a los bancos: el volumen de préstamos morosos (NPL) se reducirá más rápidamente

Los volúmenes de créditos morosos de los bancos europeos han estado disminuyendo desde 2016, pero demasiado despacio según el Banco Central Europeo (BCE). Ahora tiene sus miras puestas en las deudas incobrables de las instituciones financieras y quieren ver resultados significativos dentro de 7 años.

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Para el primer viceministro italiano, Matteo Salvini, esto representó un ataque al sistema bancario de su país: el banco italiano Monte dei Paschi anunció en enero que el Banco Central Europeo (BCE) recomendó crear reservas durante los próximos 7 años, para que a finales de 2026 todos los créditos morosos estén totalmente provisionados. Tanto inversores como políticos se alarmaron: EL BCE quiere claramente incrementar la presión sobre los bancos para que se deshagan de dichos créditos morosos. Mientras tanto, los precios de las acciones de los bancos italianos se desplomaron.

Hasta ahora, el BCE solo ha definido este tipo marco para los créditos en mora más recientes: las deudas sin garantía originadas a partir del 1 de abril de 2018 deberán estar totalmente provisionadas en los balances de los bancos en el plazo de dos años; las deudas con garantía deberán provisionarse por completo a lo largo de cinco etapas en un período de 7 años.

Parece ser que ahora el BCE está considerando normas similares para las deudas más antiguas en relación a estos créditos morosos (NPL). En Julio, el BCE anunció que el enfoque de supervisión para las NPL antiguas seguirían “el trabajo ya realizado en esta área”: a medio plazo, los préstamos morosos antiguos y nuevos deberían estar igualmente cubiertos dentro de la provisión de riesgo.

El Banco Central insiste en el derecho y deber de supervisar

La intención del BCE es controvertida en el ámbito político. En otoño de 2017, el presidente del Parlamento Europeo, el italiano Antoni Tajani, criticó las directrices del Banco Central y cuestionó su jurisdicción en relación con el tema de los créditos morosos (NPL). El BCE respondió afirmando que, como supervisor bancario, tiene todo el derecho y deber de acordar objetivos individuales para reducir los NPLs de cada uno de los bancos que supervisa.

Según el BCE, cada banco debe ver las nuevas directrices como una “propuesta” que puede modificarse cuando exista una buena razón para hacerlo. Por lo tanto, no todos los bancos van a necesitar provisionar sus créditos morosos en el plazo de siete años. Sin embargo, en 2021, el BCE quiere evaluar el “diálogo de supervisión”, razón por la cual aconsejó en marzo de 2018 que: “los bancos deberían usar el tiempo para prepararse adecuadamente”.

En su evaluación de riesgo de 2019, el BCE clasifica los créditos morosos, junto con la incertidumbre geopolítica y la delincuencia cibernética, como uno de los tres mayores riesgos para el sistema bancario de la zona euro. La presión sobre los bancos europeos está impulsando la venta de carteras de NPL. El Grupo EOS, con sede en Hamburgo, compró el año pasado varias carteras de crédito en Europa del Este. En España, el valor nominal de solo una cartera comprada por EOS a Abanca ascendió a casi 476 millones de euros.

No hay indicios del final de esta tendencia: el número de créditos morosos asciende a 714,3 mil millones de euros, los cuales permanecen inactivos en los libros de los bancos europeos, a pesar de que el ratio entre créditos morosos y los volúmenes de crédito en general se ha reducido del 8% al 4,17%. Sin embargo, cuando se hacen comparaciones internacionales, esa cifra sigue siendo alta: según el Banco Mundial, los volúmenes en los Estados Unidos, donde comenzó la crisis financiera con la catástrofe subprime, están justo por debajo del 1,2%.

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