Estudio: los malos hábitos de pago están causando dificultades financieras existenciales a las empresas europeas.

Mientras tanto, 1 de cada 5 clientes en Europa Occidental, y 1 de cada 4 en Europa del Este, pagan con retraso o no pagan en absoluto. 

Y hay un hecho en particular que refuerza la importancia de estas cifras. Durante el mismo periodo, las empresas han cambiado sus plazos de pago en beneficio de los clientes. En toda Europa, el plazo medio de pago se ha ampliado de 33 días, en 2019, a 37 días en 2022. Pero, a pesar de estos plazos de pago más generosos, se siguen superando los plazos de pago respecto a años anteriores. De media, liquidaron sus facturas pendientes 23 días después del vencimiento del plazo de pago, el nivel más alto desde 2014.

Hay varias razones para estos malos hábitos de pago. Muchos de los que pagan con retraso tienen dificultades financieras propias. El 60% de las empresas afirma que la razón por la que sus propios clientes no pagan es que ellos mismos se enfrentan a impagos de sus propios clientes. El 43% considera que la insolvencia es la razón de la falta de liquidez. Las empresas del segmento B2C citan los problemas de liquidez a corto plazo como la principal razón de los impagos. En casi dos tercios de los casos, las consecuencias de la pandemia son el motivo de la falta de liquidez. 

Para las empresas acreedoras afectadas, investigar las causas de los malos hábitos de pago es de poca ayuda. Los impagos siempre han sido una molestia, pero ahora se están convirtiendo en una amenaza existencial. La encuesta reveló que más de la mitad de las empresas a las que se les debía dinero (51%) ya estaban luchando contra la falta de beneficios, mientras que bastante más de un tercio (42%) tenía ahora problemas propios de liquidez. Como resultado, algo menos que un tercio estaba reduciendo sus inversiones o aumentando los precios de sus productos y servicios. 

Esto podría tener graves consecuencias a largo plazo, dice Marwin. “No hay que andarse con rodeos: la falta de liquidez es una de las principales causas de insolvencias y la pérdida de puestos de trabajo”. Aunque a principios de 2022, cuando la pandemia comenzaba a remitir, muchos empresarios miraban con optimismo el futuro, el ánimo ha cambiado desde el ataque ruso a Ucrania. Según la encuesta económica de la DIHK (Asociación de Cámaras de Comercio e Industria de Alemania) de mayo de 2022, 1 de cada 3 empresas dijo que esperaba que las perspectivas empresariales se deterioraran en los próximos meses. “La encuesta confirma lo que muchos pronósticos económicos dicen actualmente”, dice Marwin. “Debido a la guerra en Ucrania, la comunidad empresarial europea tiene una visión pesimista del futuro”. En concreto, esto significa que casi 1 de cada 4 empresas asume que los hábitos de pago van a empeorar. 

La Comisión Europea no espera que la situación mejore a corto plazo. En julio de 2022 revisó la previsión de crecimiento del PIB europeo para finales de año hasta el 2,6% desde el 4% que había previsto a principios de año. Al mismo tiempo, la Comisión Europea espera una tasa de inflación del 7,6% en la zona euro para 2022. Durante más de 20 años, esta tasa de inflación había oscilado casi continuamente entre el 0 y el 3%.

¿Existe una solución? “Las empresas deberían seguir profesionalizando la gestión de sus cobros y sus procesos de reclamación, así como estudiar la posibilidad de trabajar con un socio externo. La venta de carteras de crédito por cobrar también puede ser una buena solución”, dice Marwin. “Como expertos, encontramos soluciones que funcionan para las empresas y sus clientes”. 

Los índices de éxito de los proveedores de gestión de créditos demuestran que, con ayuda profesional, las empresas pueden mitigar las consecuencias de los malos hábitos de pago. De este modo, pueden lograr ingresos que asciendan a una media del 6% de los ingresos de una empresa. Cada vez más, las empresas europeas reconocen estos beneficios. 

En este contexto, Europa del Este está a la cabeza: allí, la mitad de las empresas encuestadas ya confían en el apoyo de socios externos, y las cifras siguen aumentando, afirma Christina Schulz, Head of Division Management Eastern Europe. “Las empresas de Europa del Este se benefician de nuestra experiencia y pueden centrase en su actividad principal. Esto no solo ayuda a las empresas acreedoras, sino que también beneficia a la economía en su conjunto”, dice Christina. “Especialmente en vista de las difíciles cifras económicas, las empresas de recuperación de deuda son un apoyo valioso para las compañías y para el sistema económico, porque restablecen la liquidez”. 

De 2019 a 2022, la proporción de empresas europeas que trabajan con proveedores externos para recuperar las deudas pendientes de pago aumentó del 42 al 46%. Muchas de estas empresas eligen al Grupo EOS como su socio comercial: “como especialistas en gestión digital de créditos, y gracias a nuestra experiencia internacional en el sector de la morosidad, somos uno de los principales proveedores del sector”, afirma Marwin. “Ofrecemos precios justos y proporcionamos rápidamente liquidez a las empresas”. 

Junto a la venta de carteras de crédito, hay otra tendencia que podría influir aún más en los hábitos de pago: las empresas están ampliando el abanico de métodos de pago que ofrecen. Por ejemplo, el 52% de las empresas del segmento B2C y el 41% del segmento B2B ya ofrecen métodos de pago digitales, además de las opciones tradicionales como la transferencia bancaria o el efectivo. El mayor crecimiento en este ámbito se produce en Europa del Este. En comparación con 2019, el número de empresas de Europa del Este que dan a sus clientes la opción de liquidar sus facturas con métodos de pago digitales como Apple Pay, Google Pay o PayPal casi se ha duplicado. 

Un término que sigue apareciendo en este contexto es “Comprar ahora, pagar después” (Buy Now, Pay Later). Todavía no está claro si esta tendencia evolucionará realmente hasta convertirse en un método de pago relevante. El BNPL sigue siendo una opción de nicho, ya que solo el 5% de las empresas europeas ofrecen este método de pago, según la encuesta. Además, la inflación y el aumento de los tipos de interés están perjudicando el modelo de negocio de los proveedores de BNPL. No obstante, 4 de cada 10 empresas (42%) consideran que el BNPL es un método de pago con potencial para convertirse en la contrapartida de la tarjeta de crédito. Y casi otras tantas (39%) declaran que ofrecer este método de pago es un “deber”. Un ejemplo de ello es el Deutsche Bank, que pretende establecer su propia solución de BNPL. Por lo tanto, al menos en este tema, hay un poco de optimismo.