Ciberseguridad: Un tema esencial para las empresas europeas

El estudio sobre las tendencias en informática de la consultora Capgemini muestra una tendencia similar: Indica que tan solo el 53% de las empresas de Alemania, Austria y Suiza ha puesto en práctica el RGPD en toda su extensión. Algo más de un cuarto sigue trabajando en ello, y una de cada diez empresas se encuentra todavía en la fase de planificación.

Aquellos que no se preocupan por la protección de los datos de sus clientes, actúan de forma negligente y se exponen a un elevado riesgo derivado de la ciberdelincuencia. También desde el punto de vista financiero: la consultora Accenture estima que las empresas perderán 5,2 mil millones de dólares en facturación en todo el mundo durante los próximos cinco años debido a ciberataques.

Las empresas europeas son conscientes del riesgo de la pérdida de datos. Según el estudio de EOS, el 49% de las empresas considera la ciberseguridad un tema esencial para los próximos años. Pero tan solo un 28% adopta de forma activa medidas en materia de ciberdefensa. Esto es negligente: ya en 2016 una de cada ocho empresas se vio afectada por ciberataques, a diario hubo 4000 ataques de troyanos.

Quien quiera salir siempre airoso de la amenaza deberá poner a prueba su infraestructura informática una y otra vez, afirma Gunnar Woitack, jefe de seguridad de la información de EOS: “Construimos muros para mantener fuera a los atacantes, pero los atacantes siempre consiguen desarrollar nuevas técnicas para sobrepasarlos”. Woitack somete los sistemas de EOS con regularidad a lo que se conoce como pruebas de penetración, para ello encarga a piratas informáticos buscar puntos débiles en los muros virtuales de EOS. “Nos tomamos los riesgos muy en serio y, por supuesto, invertimos mucho dinero en seguridad”, afirma Woitack.

Es un dinero bien invertido, ya que del robo de información no solo se derivan daños materiales: las empresas como EOS, proveedor internacional de servicios financieros especializado en la gestión de deudas, trabajan con información de los clientes extremadamente sensible. Lo que ocurre si estos datos llegan al dominio público ha quedado patente en casos como el de la agencia de crédito estadounidense Equifax, que en 2017 fue víctima de una de las mayores filtraciones de datos de la historia.

Una advertencia dirigida especialmente a las empresas tradicionales: según datos de la asociación de la industria alemana Bitkom, estas tienen una necesidad de renovación en materia informática mucho mayor que las empresas de nueva creación. Pueden recuperarse de las pérdidas financieras, pero la confianza perdida es muy difícil de recuperar.